EL PASTEL VASCO: EL ALMA GOLOSA DEL PAÍS VASCO
El pastel vasco artesanal con crema pastelera es un símbolo de la tradición vasca. Bajo su aspecto sencillo, combina una masa dorada y crujiente con un corazón tierno lleno de sabor.
EL SÍMBOLO GASTRONÓMICO DEL PAÍS VASCO
Detrás de su corteza dorada y su corazón tierno se esconde una parte esencial de la historia culinaria vasca.
El pastel vasco artesanal con crema pastelera es más que un postre: es un emblema. Su aparente sencillez —una masa quebrada crujiente que encierra un relleno suave— lo convierte en un clásico atemporal. Perfumado con vainilla, almendra y un toque sutil de ron, encarna a la vez la convivialidad y la generosidad del País Vasco.
UNA TRADICIÓN FAMILIAR Y AUTÉNTICA
Llamado Etxeko Bixkotxa en euskera, literalmente “el pastel de la casa”, este postre hunde sus raíces en los hogares laburdinos y navarros del siglo XIX. Cada familia tenía su receta, transmitida de madre a hija, celosamente guardada y adaptada según las frutas disponibles: crema pastelera, mermelada de cerezas negras, ciruelas o albaricoques.
Preparado para las grandes ocasiones, simbolizaba el compartir, la fiesta y la calidez de una comida en familia. No fue hasta el siglo XX cuando se impuso como un verdadero símbolo regional, servido en las posadas y pastelerías del País Vasco.
DOS RECETAS, UNA MISMA FELICIDAD AL SABOREARLAS
Hoy en día, la Maison Agour Etxea perpetúa esta tradición con dos recetas emblemáticas:
- El pastel vasco con crema pastelera, suave, fundente y delicadamente perfumado.
- El pastel vasco con mermelada de cerezas negras, emblemático del suroeste, a la vez afrutado y ligeramente ácido.
Dos versiones para dos placeres distintos, pero con un único saber hacer: el de la auténtica gula.
UNA PEQUEÑA ANÉCDOTA GOLOSA
Se cuenta que antiguamente, las jóvenes en edad de casarse preparaban su propio pastel vasco para demostrar su talento en la cocina. Un pastel bien dorado y perfectamente cocido se consideraba un buen presagio para el futuro del hogar.
Hoy ya no necesita demostrar nada: conquista a todos, ya sea en el desayuno, como postre o acompañado de un café por la tarde.
LA FIRMA DE MAISON AGOUR
En Maison Agour Etxea, el pastel vasco se elabora artesanalmente, con ingredientes cuidadosamente seleccionados y una atención especial puesta en la textura y la cocción.
Cada bocado cuenta una historia: la de una tierra, un saber hacer y una pasión por la gastronomía vasca.
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